lunes, 12 de noviembre de 2018

Fábulas de Alejandro Jodorowsky.

LAS CABRAS PESIMISTAS

Durante muchos años un tropel de cabras anduvo tratando de llegar a alguna parte. Pero el camino parecía infinito. La mayor parte de los animales, cansados, se detuvieron, conformándose con comer la hierba seca que crecía en el sendero. La más vieja les dijo: “No se desesperen, el camino parece infinito pero no lo es. Lo que pasa es que lo vamos fabricando a medida que avanzamos”.

COMENTARIO.- No hay meta. La meta es el camino. Si piensas mucho en el futuro, matas al presente. No puedes condicionar la vida a planes ilusorios. Vive correctamente, batallando a cada segundo por ser justo: entonces el futuro se hará solo.

EL VASO ÚNICO

Un alumno se dedica a romper vasos. Cada vez lo hace con menos golpes. Logra romper uno frotándolo sólo con la uña. Regocijado, va donde su maestro, le muestra lo que sabe hacer y espera, con orgullo, una felicitación. El maestro lo mira con piedad y le dice: “¡Hay infinitas formas de romper un vaso, pero una sola de hacerlo!”.


COMENTARIO.- Mucha gente cree que está bien en el mundo porque aprendió a criticar. Entre lo falso, mejor es, en lugar de perder el tiempo criticando, construir algo verdadero que por contraste mostrará lo erróneo de lo demás. Construir una obra perfecta demora años. Destruirla, unos segundos. Estémos orgullosos de construir, no de destruir.

LA HORMIGA COBARDE

Una hormiguita sale a buscar alimento junto con su mamá. Están en un desierto. A un kilómetro de distancia, la niña ve un árbol. Dice, angustiada: “¡Está muy lejos, nunca podré llegar, moriré de hambre!” La madre le responde: “¡No te propongas llegar. Piensa sólo en avanzar. Así llegarás a donde quieras!

COMENTARIO.- Nunca pienses en resultados. Solamente trata de hacer lo que haces lo mejor posible. Olvida el premio y dedícate a la acción presente. Tu satisfacción será la obra y no el fruto de la obra.

LOS DOS HUERTOS

A dos hombres, un rey les regala sendos huertos. El que cultiva el suyo, obtiene árboles frutales y hermosas flores. El que descuida su huerto, lo ve invadido por plantas venenosas.

COMENTARIO.- Depende de nosotros mismos que nuestra vida se convierta en algo que valga la pena. Una persona puede embrutecerse o sublimarse según cuál sea el trabajo que realice sobre sí misma. Lo que distingue al ser humano del animal es que el primero tiene la posibilidad de fabricarse.
EL RADIO VANIDOSO

Un radio transmitía música clásica, pensando: “¡Qué gran compositor soy!” Al captar un noticiero, dijo: “¡Cuánto sé! ¡Qué culto soy!” Al llegar la novela, presumió: “¡Soy un estupendo autor dramático!” Y así, transmitiendo casi todo el día, no cesó de alabarse: “¡Hago de todo: canto, recito, doy discursos políticos: soy un genio!” De pronto un gato se puso a jugar con el cordón del radio y lo desenchufó. El aparato, desesperado, se quejó: “¡Hoy estoy idiota, no puedo crear nada!”

COMENTARIO.- No poseemos, todo es prestado, hasta nuestro cuerpo. Somos fruto de una serie de fenómenos que van de lo genético a lo galáctico. Saber hasta qué punto nuestros pensamientos, sentimientos, ideas y acciones no son creados por nosotros sino por circunstancias biológicas, sociales y universales, fortalece la humildad y nos ayuda a liberarnos de la negatividad.

domingo, 11 de noviembre de 2018

"El tesoro del huerto"

Había una vez un viejo campesino llamado Cosme, que tenía tres hijos muy holgazanes. Cosme era muy trabajador y todos los días se levantaba muy temprano para trabajar la tierra y dar de comer a los animales. Pero sus hijos no querían ayudar en nada. Dormían hasta las 12 de la mañana, y por más que el pobre Cosme intentaba que hicieran algo, no había manera.– ¡Venga, holgazanes!– decía cada día Cosme- ¿Quién me ayuda con el trigo? ¿Y con las gallinas?Pero nada, por más que lo repetía, una y otra vez, ninguno de sus tres hijos se levantaba a ayudar.Pasaban los días y Cosme se preocupaba cada vez más. ¿Qué futuro les esperaba a sus hijos si no eran capaz de trabajar el campo, que era lo único que tenían? ¿Cómo saldrían adelante en un futuro cuando él ya no estuviera allí?Los días siguieron pasando y llegó la época de la siembra. Él ya era mayor y no podía remover todas las hectáreas de tierra él solo para  sembrar el campo, no le daría tiempo. Y si no conseguía sembrar las semillas, no germinarían y no tendría cereales ni patatas, ni pimientos… Sus hijos no querían ayudar, así que tuvo que pensar y pensar para dar con una idea realmente brillante. ¡Al fin lo tenía! ¡Ya sabía cómo convencer a sus hijos para que le ayudaran a remover la tierra!A la mañana siguiente, Cosme reunió a sus hijos en la cocina y les dijo muy serio:– Hijos míos, ha llegado el momento de que sepáis la verdad. Tengo algo muy importante que contaros…Los hijos abrieron mucho los ojos y agudizaron los oídos. ¿Qué sería aquello tan importante que su anciano padre tenía que contar? Cosme carraspeó y, después de guardar un momento de silencio, anunció al fin:– ¡Hay un tesoro escondido en nuestras tierras!Los hijos exclamaron sorprendidos:– ¡Pero padre! ¿Cómo no nos lo habías dicho antes? ¡Busquémoslo!Los tres hijos de Cosme, azadón en mano, se pusieron a remover cada palmo de tierra que rodeaba la casa. Durante todo el día cavaron y cavaron si parar… hasta que al fin, caída ya la noche, dijeron a su padre:– ¡No puede ser! ¡No hemos encontrado nada! ¡No hay ningún tesoro!– El tesoro está- dijo Cosme- pero debéis tener paciencia. Seguro que en unos meses aparecerá.Los hijos, cansados, se fueron a descansar, y su padre, con los primeros rayos de la mañana, comenzó a sembrar la tierra que habían removido con tanto ahínco sus hijos.La tierra estaba tan bien removida, que aquella primavera, los frutos y verduras que dio su tierra fueron de una calidad extraordinaria. Entonces, una vez que pudo recoger todos los frutos del campo, Cosme volvió a llamar a sus hijos y les mostró las cestas llenas de patatas, cereales, pimientos, verduras… y les dijo:– ¿Os acordáis del tesoro que andabais buscando hace meses? ¡Aquí lo tenéis!Los hijos de Cosme observaron los magníficos productos que había dado la tierra y comprendieron lo que su padre quería decirles.– El tesoro que tenéis frente a vuestros ojos es el fruto de vuestro trabajo y esfuerzo. Es el mejor tesoro, el más precioso que podéis encontrar.Los hijos de Cosme entendieron la lección, y desde aquel día, comenzaron a trabajar la tierra junto a su padre. Los productos de la familia eran tan buenos que en seguida cobraron mucha fama, y desde entonces no les faltó nunca alimento ni dinero, gracias al trabajo y esfuerzo de todos.

Extraído de: https://www.tucuentofavorito.com/el-tesoro-del-huerto-cuento-popular-para-ninos-sobre-el-esfuerzo/

sábado, 10 de noviembre de 2018

¿Qué es el éxito?

Reír mucho y con regularidad.
Ganarse el respeto de personas inteligentes 
y el cariño de los niños.

Ganar el aprecio de críticos sinceros 

y soportar la traición de amigos falsos.

Apreciar la belleza, encontrar lo mejor de los demás.

Dejar el mundo un poco mejor, 
ya sea mediante un niño sano, 
un trozo de jardín o el rescate de un grupo social.

Saber que por lo menos una vida respiró mejor por haber vivido tú.

Esto es tener éxito.

Déborah Sabina